29 de enero del 2023.
EL MUNDO ES FABULOSO


“Es que somos solo partículas del universo” me dijo mientras estábamos mirando el cielo limeño tirados en un acantilado frente al mar, preparándonos para una noche que sabíamos iba a hacernos sentir así, pequeños y vulnerables.


“Vivo sin pensarlo bien, vivo sin sentir temor, no sé quién soy” dice Santa García en SUEÑOS, y una vez más así iniciaba el día, un encuentro, caminata larga cerca al mar, buscar un té que escasea en los Tambo de la ciudad, y enfrentar el paso del tiempo, porque faltaban aproximadamente 4 horas para el show.


Mientras nos ubicábamos cerca al abismo, con una vista privilegiada del mar y el impredecible cielo limeño llegábamos a algunas conclusiones, una de ellas era que la música de Santa García se adaptaba a todas las estaciones climáticas, cálido para el invierno, para alguna caminata reflexiva de verano, ver caer hojas en otoño o abrazar un árbol de primavera, canciones para todo el año, que abriga y refresca, que transita en esa dualidad de clima, de outfits, de emociones.


Se hizo de noche, olvidamos el tiempo, lo cuestionamos, lo perdimos y volvió en forma de 8:05 PM, estábamos atrasados y era momento de dejar de mirar el cielo, que hasta le dio por mostrarnos estrellas, pero no brillaron tanto como lo que vivimos unos minutos después.


Llegamos una canción tarde, el lugar estaba repleto, todos sentados y sincronizados con cada acorde de Santa García, sonaba “Tránsito Salvaje” y pensé en que el tránsito de hace algunos minutos no había sido tan severo, que mi tardanza se debía a lo cómodo que son los acantilados y la buena relación que tiene con las conversaciones que no llevan a ningún lugar, rebobiné, volví a alzar la vista y no había espacio, nos indicaron un pequeño vacío, fuimos cuidadosos y nos acomodamos. Continuó el concierto, continuaron llegando personas y no había otra opción más que ponernos de pie, todos hacia adelante y los que estaban fuera se unieron a la celebración, volvimos a ser una sola voz.



Ver a Robi cambiar de formato en el escenario fue muy especial, verla con guitarra eléctrica me recordaba a sus días en Bang Bang Bang, luego tomaba la acústica y seguía siendo ella, como diciéndonos que así sus dedos rocen las cuerdas de metal o nylon las sensaciones solo varían en intensidad, su magia seguía intacta, no necesitó de una banda soporte, y con lo poco que me gustan los bajos y baterías sampleadas en vivo ayer fue distinto, ella brillaba por varios, bastante, como la correa que sostenía su guitarra eléctrica y fue cómplice de unos solos que invitaban a soñar en que el rock todavía emociona por aquí.


La situación actual del país no fue un tema ajeno durante la noche, Santa García recordaba cada cierto rato el complicado momento que estamos viviendo, los asesinados, el abuso del gobierno, había habilitado un espacio para recaudar víveres y materiales para los afectados por la crisis que estamos viviendo, durante un momento fue más frontal y dijo: “Estamos en pie de lucha”, y dio paso a uno de los momentos más emotivos de la noche, tocar un cover de la misteriosa Octavia de Cadiz, precisamente EXTRA: “no tener que decir nada que pueda importar a los demás”, como graficando quizás las miles de voces que gritan por el país sin respuesta alguna.



Durante la noche fueron varios los invitados a cantar, no recuerdo el orden, pero emocionó escuchar a Santa García ponerle voz a canciones que no son suyas, una de las tantas fue Infrarrojos junto a Inti de Los Niños Vudú, dos proyectos que recorrieron las calles de Pueblo Libre y tras algunos años ya emocionan a cientos, emotivo. Bastante lindo volver a escuchar a Ati Lane, una de las voces más dulces de la movida independiente local y hacedora de varios feats ensoñadores del 2022. Fe Romero subió a escena para adornar más aún “Ayer Te Vine a Ver”, una de las canciones más lindas del nuevo álbum. Fabricio Robles, músico local que también reside en Argentina, subió e hicieron una de las canciones más esperadas de la noche: “Domingo”, del EP debut de Santa García, dijeron “Quiero aniquilar mis agonías y no me alcanza el tiempo” y se podía sentir algunos corazones sanando, lágrimas y voces entrecortadas coreando en el lugar, seguía la canción: “No nací para esta vida, ni para este momento”, y ahí solo sentía que no estaba de acuerdo, yo si quería ese momento, lo necesitaba.



Por fin pude escuchar a Cristina Luyo y aquí sucedió otro de los momentos donde Santa García cantó una canción que no es suya: “Así Fue”, de Cristina, fueron unos minutos donde tarareaba despacio porque no quería escucharme, la unión de ellas y sus voces captaba todo, pero era inevitable no corear una de las baladas más lindas que descubrí en la escena local el año que pasó. Que hipnotizante es la voz de Cristina Luyo, que lindo saber que pude escuchar una versión tan especial como la de hace unas horas, que gran momento para creer en las voces de nuestros músicos locales, porque la invitada final fue otra de las voces más lindas de nuestro pequeño circuito: Elisa Tokeshi. Todo el público aplaudió cuando la vio subir porque sabíamos lo que se avecinaba, una de las canciones más lindas del primer EP de Santa García donde colaboran juntas por fin en vivo, después de mucho. Esos casi 4 minutos fueron de ese dolor particular que solo la música logra causar, esas canciones que te piden dar un abrazo, o que te abracen, pero no sabes como pedirlo y quieres desaparecer un rato con “Sierra” en un loop interminable hasta descifrar y darle mil sentidos a cada frase, fue maravilloso.



“Cava un hoyo en mi espalda por favor, cava hasta que ya no encuentres más dolor”, escribirlo duele, leerlo aún más, escucharlo ayer en las voces de Elisa y Santa fue letal, pero que importante que a veces muera algo dentro de nosotros, toca renacer, ver una luz, como Santa García cerrando la noche, alzando la voz más fuerte que en cualquier canción gritándonos “PARA NUNCA MÁS VOLVER, PARA NUNCA MÁS VOLVER”, y que solo espero no sea una premonición total, porque la queremos de regreso, tenemos muchas heridas que sanar mientras la escuchamos cantar.



Bajó del escenario y una cola larga de personas se formó cerca a la mesa de merch para tomarse fotos con ella, la abrazaban, le demostraban mucho cariño, sonreían, pensé en PIEL AZUL cuando dice: “Parece que estoy destinado… parece que tengo amigos que quieren crecer conmigo”, porque mientras la tocó y dijo esa frase señaló al público, y si, somos muchos que desean que así sea, que crezca aún más, que no importe el color que tenga su piel, que está destinada y lo de ayer fue una gran prueba.



Volviendo a casa, con el celular casi apagado y resignado a no poder escuchar canciones pensaba en una conversación en el acantilado y como todo se fue entrelazando sin querer:

“Cuando era niño y me dijeron por primera vez que el planeta se movía a mucha velocidad por la rotación y traslación, que nunca deja de estar en movimiento, me entró la curiosidad de querer percibirlo; me echaba en el suelo constantemente a intentar conectar con la tierra y percibir la velocidad que siempre está bajos nuestros pies, esa velocidad del mundo que solo notamos cuando cambia el color del cielo, lo intenté por años y nunca lo logré”  le dije, iniciando una larga charla; hoy, ahora, mientras termino de escribir esto pienso en que quizás si, Santa García tiene razón, que mientras mirábamos el cielo escuchando el mar, echados sobre vegetación de un acantilado para luego escucharla cantar sus canciones de esa manera nos dio una gran prueba, el mundo es fabuloso y ayer lo pude percibir.